*EL TACTO PEDAGÓGICO*

Es la habilidad y noción que debe tener todo docente, el cual permite descubrir y orientar de manera adecuada e integral la incursión y enseñanza dentro del aula, es decir la relación maestro – alumno, durante el proceso enseñanza aprendizaje, siendo este motivante y catalizador hacia un producto ético y de relevancia en la escuela y sociedad.

El tacto pedagógico debe ser utilizado en todo momento, debido a que el profesor tiene la gran responsabilidad de estar en contacto de manera directa y constante con alumnos, colegas y contexto, esto conlleva a cerrar un circulo tan incomprensible, pero cuando se funciona su estructura se vuelve sólida y arroja resultados satisfactorios, con todo esto puedo decir que el trabajo pedagógico simplemente es la vocación misma de cada uno de los docentes y principalmente para quienes estamos en formación, ya que nuestra tarea como futuros docentes es conocer y poner en practica la socialización en nuestros grupos, buscando diversas soluciones a problemas e imprevistos presentados durante nuestra practica escolar.

También es un buen inicio para darse cuenta de nuestra manera de trabajar y poder poner en práctica las destrezas, actitudes y habilidades para llevar a cavo una buena clase.

Muchas de las veces hoy en la actualidad los profesores caen en el error de culpar a los alumnos diciendo que ellos son los que no se acercan a convivir o que no se involucran a las actividades, pero un buen educador que tenga tacto se da cuenta inmediatamente de que no es el niño, sino el profesor quien tiene que cruzar la calle para llegar al lado del niño.

Por ello mismo, muchas de las veces la mejor manera de actuar es no actuar.

Manen, Max van (1998), “El tacto pedagógico” y “El tacto y la enseñanza”, en El tacto en la enseñanza. El significado de la sensibilidad pedagógica, Barcelona, Paidós (Paidós Educador, 135), pp. 159-214.